Dentro de la organización de la boda, lo primero que se decide, después de tomar esa decisión, es el lugar y la fecha. Ambos detalles resultan puntuales para definir cómo se inicia este proceso que puede tardar meses, e incluso llevarse a cabo después de un año.
Las recomendaciones no sobran al momento de dar el paso y escucharlas suele ser de sabios, pues el matrimonio empieza a mostrar lo que conlleva una vez se abordan los preparativos, indica la organizadora de eventos Tatiana Sandoval.
El primer interrogante debe ser, según la experta, ¿qué presupuesto tienes disponible para la boda?, de allí van a depender muchas cosas como locaciones, catering, orquesta, iluminación, decoración, y en general extras, donde se incluye hasta la papelería a utilizar en todo el proceso. No es igual un mismo monto para diez personas, que para cien, allí se marca la diferencia y punto de partida para la organización.
Teniendo en cuenta el tema de que las bodas de destino ahora son muy usuales, la logística se incrementa y es lo que nos compete en estas líneas, pues la Wedding Planner es una presencia tan necesaria como la de los futuros contrayentes, de ella dependerá que todo fluya de la mejor manera evitando contratiempos en la ciudad escogida.
Esta ayuda no es un lujo, es mejor tomarlo como una necesidad, pues su conocimiento del movimiento de este tipo de eventos en la ciudad, la llevará por proveedores idóneos que puedan cumplir a cabalidad con los requerimientos de la pareja.
De otra parte, es necesario entender que una boda de destino no se limita al día del enlace con ceremonia y celebración. Cuando se decide contraer matrimonio en otra ciudad o país, el evento toma visos de paseo, advierte Tatiana Sandoval y es cuando se tiene que pensar que los invitados están sobrepasando los gastos al viajar y hospedarse y por tanto las actividades pre y post, son necesarias.
Por lo general, la mayoría de los novios organizan estas actividades, de no ser así, es menester tenerles paquetes armados para indicarles de manera clara lo que pueden hacer en ese destino durante su estadía, con lugares, precios, entre otros.
Las pequeñas fiestas están de moda
En el ramillete de opciones para compartir con los invitados una vez llegan al destino escogido, está la fiesta que antecede la celebración en sí. Un coctel, cena o paseo, es fundamental para integrar a los asistentes, pues es común que en este tipo de bodas los contrayentes son de lugares diferentes y sus familias e invitados se verán por primera vez.
Con lo anterior se garantiza el éxito en la fiesta de la boda, pues ya han tenido la oportunidad de compartir y hacer de esas relaciones previas un espacio para familiarizarse y disfrutar más. Esta invitación es ofrecida igualmente por los novios.
Una vez se ha celebrado el enlace, se estila con los más allegados, hacer un almuerzo o brunch al día siguiente, como agradecimiento a su presencia en la boda. Esto es muy común en la mayoría de bodas en Cartagena, aunque los extranjeros se decantan igualmente por paseos a sitios turísticos con la presencia de guías, viajes a las Islas del Rosario y cocteles informales en los baluartes.
Es de aclarar, que la Wedding Planner es muy importante para este proceso, su presencia no se limita sólo a la organización de la fiesta y es muy común que sea el mejor soporte en la llegada de los invitados al aeropuerto, hospedaje y desplazamiento por la ciudad.