Si bien el vestido toma el protagonismo en la boda y se considera un secreto que se ha de develar sólo al momento de lucirlo, las joyas son el complemento que imprime el toque para que la novia brille.
Sobriedad y elegancia es la consigna, pues lo más recomendable para esta bella ocasión es lucir unos bellos pendientes y una cadena, si el peinado de la novia es recogido o si el vestido tiene escote, lo cual también condiciona el tamaño de los pendientes.
La simbología de los anillos tiene su encanto y éste se a la tendencia que actualmente se impone en oro amarillo y blanco y los brillantes.
Sigue el oro blanco en la propuesta actual, de igual manera aparece en escena la bella esmeralda y los brillantes serán por excelencia los encargados de acentuar el brillo de la novia en ese gran día.