HEIDI LLANES
Cartagena
Si bien la boda tiene tantos aspectos que cautivan, la gastronomía no escapa a este principio. La propuesta es variada, creativa y exquisita, con verdaderas obras en cada plato y tiempo, donde lo más arraigado de la cocina local toma relevancia y lo extraído de otras mesas se torna fácil y divertido.
Platillos elegantes conforman el banquete de bodas, pero también tienen mucho que ver con la identidad de los contrayentes al adaptar sus recetas, en el caso de los extranjeros, a los comensales que vibran al conocer un poco más de lo que está allí presente.
El mar se magnifica, la tierra pone lo suyo y las preparaciones van ataviadas con nuevas ideas de sus creadores, dando ese punto inolvidable al paladar que también hace parte del enlace.