En manos de muchas personas reposa el éxito de un evento y cuando de boda se trata, ser profesional en la materia es el primer paso para garantizar el éxito. Las costumbres cambiaron y en este sentido, el enlace se convirtió en todo un acontecimiento que requiere de toda una logística, proveedores y conocedores del tema.
En Cartagena, la organización de bodas es una profesión que tomó una posición de privilegio, se requiere, además del conocimiento, el equipo que se ocupe de cada detalle, pues los novios confían en su criterio para llevar todo a feliz término.
En materia de belleza también se requieren de manos expertas al momento de preparar a la novia, y por tanto el estilista es uno de esos artífices de ese sueño llamado boda.
Tatiana Sandoval
De la medicina a los eventos
Con un título de médico y largas jornadas en clínicas y hospitales, Tatiana Sandoval estuvo un poco alejada del negocio familiar que con dedicación y profesionalismo crearon sus padres Jairo y Gladys Sandoval, expertos en gastronomía, decoración y organización de eventos, el cual no tardó en incursionar en el ámbito de las bodas.
Apoyando a sus padres, trabajando como cajera en la administración de un centro recreacional que también manejaban por esa época, Tatiana alternaba sus estudios universitarios con el proceso que aprendió sin proponérselo, por lo que asumir el rol no tuvo inconvenientes cuando luego de conversarlo seriamente con sus padres y esposo para dedicarse por entero a la empresa Gladys Novias y Eventos.
Un año fue suficiente para que esta joven decidiera apartarse de la clínica, aunque quedó ejerciendo la medicina para familiares y amigos cercanos; se dedicó por completo a organizar eventos, y entre esos las bodas. Tatiana contaba con una vasta experiencia y el plano de una empresa sólida para trabajar a su manera, sin embargo decidió prepararse en ese campo y los cursos con las grandes expertas de Colombia no se hicieron esperar.
Tatiana Sandoval es la hija de una de las pioneras en planeación de bodas, lo mismo que en bodas de destino cuando aún el término no era de uso común, un registro que a la fecha les ha dado un bagaje que a su vez imprime confianza en quienes les contratan. Ella ha aumentado esa recomendación y por tanto muchos clientes son extranjeros, convirtiéndose en la fortaleza de su trabajo.
La rutina se ha simplificado con la tecnología, advierte, con el comentario general de lo que se desea en la boda, Tatiana inicia su trabajo que llevará meses y culminará cuando la pareja, después de contraer matrimonio, abandona la ciudad.
Indica que ya tienen la pericia para cumplir los requisitos de los novios, por exagerados que puedan parecer, sin embargo, las flores, aunque Colombia tiene variedad, conseguir algunas especies representa un reto.
Tatiana trabaja en conservar la identidad de cada boda que organiza, es parte de su sello, pues la idea es que al final las novias sientan que son únicas y originales en su gran día.
Nerva Díaz
Anhelos que se materializan
La esencia de la cartagenera Nerva Díaz está en la decoración, basta que una flor llegue a sus manos para que potencialice su encanto y se convierta en ese elemento diferenciador en una velada. Sumado a esta experiencia, está la de organizadora de bodas, un aspecto que le seduce y para el cual está preparada.
Nerva ha fundamentado su trayectoria de 35 años en el crecimiento de Decorfiestas, su empresa, que se unió a la industria de bodas de la ciudad, convirtiéndose en la mano derecha de muchas novias que ven materializado su sueño a través de la decoración de su boda.
El mercado internacional es el fuerte de Decorfiestas, advierte la experta, quien hace parte del gremio de Wedding Planner de Cartagena con la preparación constante que sostiene más allá de su pasión como decoradora.
Inspirada en el sueño de los novios, Nerva trabaja de manera profesional para cumplirles y hacer de su gran día una fecha inolvidable, de la misma manera se esmera porque todo esté a punto para satisfacer las necesidades de los invitados.
Las flores son esa fortaleza en las manos de esta decoradora, quien advierte que la satisfacción de los novios es el mejor premio a su trabajo. Nerva es una abanderada de la tendencia y por esto en cada viaje sigue empapándose de las mismas para ser aplicadas más adelante en su labor.
La tecnología es aliada permanente del trabajo en Decorfiestas, sin embargo los referidos son una constante en los llamados que a diario recibe, por lo general el 90 por ciento llega de esta manera que a su vez genera confianza de ambas partes.
Nerva considera que su fortaleza en la decoración le permite hacer de cualquier sitio el espacio soñado, por tanto no muestra preferencia por alguno en particular, aun sabiendo que la magia de Cartagena es fundamental para que cualquier arreglo se potencialice.
Diego Moya
Cuando la belleza se enaltece
Hace tres décadas se escuchó en Cartagena el nombre de un chico que tenía la magia en sus manos para sublimar la belleza de una mujer, sin embargo afirma que tras el matrimonio del corredor de autos Juan Pablo Montoya y Connie Freydell en 2002, despertó el boom de las novias en la ciudad y fue un llamado tácito para que los expertos de toda esta industria tomaran un nuevo rumbo.
A partir de allí su espíritu visionario decidió crear la marca “DM Novias”, un segmento de Diego Moya Salón, donde se prepara a la novia con rituales de belleza distintos al día a día. Superar el protocolo fue el primer paso para este proceso que ya pasa los tres lustros y que ha tenido incursión de elementos de gran calidad.
El Spa cambió su servicio para las novias, le incorporó la experiencia que toda mujer quiere en la antesala de su boda y el acompañamiento es total por parte de este profesional que no abandona a la novia, incluso hasta momentos antes de partir a la ceremonia.
El diagnóstico de belleza, como podría llamarse ese primer acercamiento entre la novia y el estilista, es fundamental para que explique sus deseos e inquietudes, advierte Diego Moya, quien atiende cada pedido para poder cumplir con esa imagen que quiere proyectar en su gran día.
La prueba es el paso siguiente, pues no hay paso a la improvisación, al final el acuerdo mutuo se materializa con una fotografía que muestra cómo quedará la novia realmente el día de la boda. Diego es el encargado de poner el velo para evitar cualquier inconveniente y en algunos casos ayuda a vestirla.